LOS NOMBRES TABÚ



<<  Entre las cosas inexpresables en varias culturas se ha contado tradicionalmente los nombres de deidades, seres infernales, animales y plantas totémicos; los nombres de los parientes consanguíneos del sexo opuesto (una prohibición relacionada con las restricciones al incesto); el nuevo nombre que se le otorga a un chico durante su iniciación; los nombres de ciertos órganos corporales; los nombres de las personas que han muerto recientemente; los nombres de objetos sagrados, actos profanos, líderes de sectas y de las mismas sectas. Hay que usar sustitutos dobles de esos nombres. Palabras en clave diseñadas con cuidado. Variantes tabú. Hay que hacer juramentos solemnes. Se establece toda una burocracia de la maldición, el azote y el castigo para disuadir de decir lo indecible. Se confía en los copistas de manuscritos para que recurran a la modalidad más estricta de la artería transliteral. Ninguna escritura que afecte a la existencia de un tema secreto puede escapar ella misma al secretismo, y con el tiempo se acaba confiriendo un culto ya no solamente a la figura primaria sino también al documento. A menudo se esconde más de una persona en la sombra generativa del líder de la secta, y tampoco se pueden revelar los nombres de ninguno de quienes lo siguen, salvo en la medida en que los proporciona el patrón estructural en sí mismo, por primitivo que sea su diseño o por infantil que sea su reivindicación de un principio de ordenación científico.  >>

Don DeLillo, "La Estrella de Ratner"